Largas colas para pagar servicios, así fue el movimiento en el microcentro puntano
Desde la madrugada los vecinos hicieron fila en los centros de cobro. Hoy por la cuarentena podían pagar quienes tienen DNI terminado en número par.
A diferencia de los días anteriores, esta vez el movimiento se situó principalmente en las entidades destinadas a las cobranzas de servicios e impuestos.
Desde este lunes, el Comité de Crisis provincial autorizó la habilitación de otras actividades, entre ellos, los centros de cobro.
Entre las categorías también figuraban el comercio minorista de indumentaria, calzado, marroquinería, electrónica, electrodomésticos, juegos y juguetes, cuidado personal, pinturerías, venta de materiales para la construcción y decoración.
El Chorrillero realizó un recorrido y se comprobó que una larga fila de vecinos se extendía por alrededor de la Plaza Pringles. Puntualmente, se habían diagramado dos colas, porque en el Rapipago situado sobre calle Pringles, tenían dos cajas abiertas, según informó a este medio un usuario que esperaba ser atendido.
Un efectivo de la Policía controlaba el ingreso y evacuaba las dudas de las personas que se acercaron. De acuerdo a la información oficial, esta sucursal tenía horario de corrido hasta las 20 y sólo se autorizaba el pago en efectivo de la boleta de Edesal, mientras que los demás impuestos y servicios con débito.
Tenían prioridad aquellas personas que integraban el grupo de riesgo como jubilados o que presentaran alguna enfermedad.
También se observaron uniformados, personal de Seguridad Comunitaria, Seguridad Vial y San Luis Solidario que controlaban el orden, solicitaban DNI y pedían que se respetara la distancia entre cada persona.
Además, se registraron filas en el Banco Supervielle de la Peatonal Rivadavia, casas de venta de electrodomésticos sólo para el pago de cuotas, supermercados y farmacias.